FIN DE SEMANA EN  MADRID. PRIMERA PARTE

Han pasado ya dos años desde que el Covid 19 apareció en nuestras vidas, estamos en febrero 2022 y vamos por la que llaman “sexta ola”. Tendremos que aprender a convivir con él, extremando todas las medidas a nuestro alcance para intentar estar lo más protegidos tenemos que normalizar nuestra vida y eso incluye lo que más nos gusta: viajar. Aún no nos decidimos por grandes viajes pero sí que no nos perdemos alguna que otra escapadita en cuanto se nos presenta la ocasión.

Esta vez nos vamos a Madrid, otra gran ciudad que ofrece mucho que ver y disfrutar, por lo que cualquier motivo es bueno para acercarnos a la capital de España. Esta vez combinamos, viaje familiar, viaje de trabajo y viaje romántico en un fin de semana largo (de viernes a martes) que nos va a dar para mucho y que coincide con San Valentin (14 de febrero).

Reservamos hotel cerca del aeropuerto Adolfo Suarez-Barajas porque el martes, día de regreso (15 de febrero), el vuelo sale por la mañana temprano. A la hora de elegir el hotel buscamos que tenga transfer incluido para que nos recoja en el aeropuerto el viernes y nos lleve a la terminal el martes. Además, otra de las condiciones es que el alojamiento tenga estación de metro cerca para movernos con facilidad. Después de ver varias opciones, leer comentarios y opiniones, el elegido fue Hotel Maydrit.

Viernes 11 de febrero 2022 empieza nuestra “escapada madrileña”.

Vuelo Santiago de Compostela – Madrid

Vuelo perfecto, llegamos puntualmente y en menos de 5 minutos un monovolumen del hotel nos traslada rápidamente a nosotros solos, ¡super cómodos!.

 Check- in  inmediato.

Subimos a la habitación, quedamos satisfechos:  amplia, moderna y práctica decoración.

Dejamos las maletas y ……. ¡Vamos a recorrer Madrid!.

La estación de metro más próxima a nuestro hotel es El Capricho.

El nombre hace referencia al cercano parque “El Capricho” en el barrio de la Alameda de Osuna. Un magnífico jardín de 14 hectáreas al noreste de Madrid descrito como «una de las posesiones más hermosas y magníficas que hay en España, y la única quizá que puede competir con los Reales Sitios​», constituye el único jardín del Romanticismo existente en Madrid.

Construido por deseo de María Josefa de la Soledad Alfonso-Pimentel, duquesa de Osuna (1752-1834), casada con el IX duque de Osuna, fue una de las damas más importantes de la nobleza de la época y mecenas de artistas como Goya.

Entre 1785 y 1789 se restauró el antiguo caserón de la finca original y se construyó el estanque de los cisnes. La duquesa encargó el diseño del jardín a tres jardineros paisajistas franceses de los más prestigiosos del momento. Los años siguientes siguió mejorando y ampliando su querido “capricho”, comprando más terrenos, en los que se construyeron otros edificios (los caprichos): la ermita, el abejero, la casa de cañas y la casa de la vieja. Se creó el lago, se canalizó el manantial en una ría navegable que recorría el jardín, se realizó una ampliación del edificio principal, que quedó convertido ya en palacio. Completaron la decoración del jardín plazas, fuentes, templetes, estatuas y columnas. En 1815 se construyó el casino de baile. A la muerte de la duquesa, en 1834, la propiedad pasó a su nieto Pedro Alcántara quién siguió haciendo nuevas construcciones, después pasó a su hermano Mariano Téllez-Girón. La espectacular propiedad vivió años de gran esplendor, se celebraban fiestas para la alta sociedad, incluida una en 1863 en honor de la reina Isabel II (1830-1904). Pero en los siguientes años, por problemas económicos de sus propietarios, la extraordinaria finca fue vendida y pasando por distintas manos, sufrió un considerable deterioro.

Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), la finca fue requisada por los republicanos que instalaron allí su Estado Mayor, se construyeron varios refugios antiaéreos subterráneos, diseminados por el jardín aún se pueden ver los respiraderos. En 1974 fue adquirida por el Ayuntamiento de Madrid y en 1985 se declaró Bien de Interés Cultural, desde entonces se acometieron importantes trabajos de restauración, además de una completa investigación histórica y documental. ​

Si se dispone de tiempo, visitar el parque “El Capricho de la Alameda de Osuna” es una buena opción ya que es considerado uno de los lugares más bonitos de Madrid, donde además se podrá entrar en el bunker de la guerra civil habilitado como museo y el palacio se está preparando para albergar un museo dedicado a la figura de la duquesa de Osuna.


A demás desde el año 2005, los fines de semana de la temporada primavera-verano-otoño, se celebran espectáculos de distintos tipos como conciertos, teatro, danza… en lo que se llama las «Tardes de Capricho».

Nosotros empezamos nuestro planing desde el metro “Capricho” (línea 5 verde).

Lo primero, allí mismo, compramos en la maquina el abono turístico de transporte para movernos tres días (zona A normal 18,40 € por persona).

Nuestro primer destino es el Templo de Debod situado al oeste de la Plaza de España, junto al paseo del pintor Rosales (Parque del Oeste).

Metro: Plaza de España (L2, L3, L10), Príncipe Pío (L6, L10, R), Ventura Rodríguez (L3)

Llegamos a Plaza España, cruce de caminos donde confluyen calles muy significativas de la capital como Bailen, Ferraz, la Cuesta de San Vicente, además une la Gran Vía madrileña con la calle de la Princesa.

Entre los edificios circundantes destacan por su altura la Torre de Madrid y el Edificio España,

El Edificio España que desde 1953 se levanta con sus 177 metros de altura repartidos en 27 plantas, ha vuelto a adquirir protagonismo desde que en el verano del 2019 se inauguró allí el nuevo Hotel Riu Plaza España.  

En el piso 26 del Hotel Riu Plaza España se encuentra la terraza “De Madrid al Cielo” Sky Bar, espacio de copas por la noche y el gastrobar “El Edén, bar de tapas promocionadas como mediterráneas y castizas, con espectaculares vistas de la ciudad.

En la misma puerta del “Edén” se ubica un rincón muy fotogénico, es el columpio colocado para poder hacerse una foto con las mejores vistas de Madrid de fondo.

Desde la planta 26 se puede subir un piso más en ascensor o por unas escaleras hasta la planta 27.

Al subir las escaleras se descubre un gran ventanal desde donde se ve la sorprendente Pasarela de Cristal que le da la fama al hotel.

Al espectacular puente con suelo de cristal de “irresistible vértigo”, se le ha sumado recientemente un balcón transparente a semejanza de una caja decristalsuspendida a cien metros de altura sobre la recién remodelada Plaza España que ofrece una panorámica de la Casa de Campo, el Palacio Real y el Templo de Debod. Por su tamaño y materiales transparentes, el nuevo balcón es una pieza arquitectónica casi imperceptible desde el exterior, frente a la imponente fachada del conocido Edificio España, respetando la proyección del emblemático edificio.

En la planta 27 se encuentra el 360º Rooftop Bar, una de las mejores terrazas de la ciudad con vistas 360º; el lugar perfecto para disfrutar de Madrid desde el cielo.

Estos miradores tienen acceso directo desde la calle, previo pago de entre 5€ y 10€ según la hora y el día (5€ de 11:00h a 18:00h y 10€ de 18:00h a 1.00h entre semana y 10€ a cualquier hora festivos y fines de semana), el precio de la entrada no incluye consumición.

Los huéspedes del hotel pueden acceder a las terrazas, cuantas veces quieran y cuenta para ello con dos ascensores de uso exclusivo, además de un 10% de descuento en consumiciones y/o aperitivos.

Además se ha incorporado otro sorprendente elemento decorativo que seguramente también se hará famoso en muchos reportajes gráficos, se trata de una imponente escultura de un toro blanco construido en madera con estética origami. Una escultura que, pretende ser todo un símbolo de fortaleza, energía y resistencia ante las adversidades que se han tenido que afrontar desde la inauguración del hotel en verano 2019.

Si desde las alturas nos hacemos una idea de los mejores rincones de Madrid, ahora hay que ir a visitarlos.

En el centro de la plaza de España se encuentra el monumento a Miguel de Cervantes, un conjunto escultórico que incluye a los icónicos Don Quijote y Sancho Panza.

Además rodean la plaza otros  magníficos edificios, exponentes del bello modernismo madrileño, como la Casa Gallardo y el Edificio de la Compañía Asturiana de Minas, sede de la Consejería de Cultura.

No pasa desapercibido este magnífico palacete construido entre 1891 y 1899 para albergar la sede en la capital madrileña de La Real Compañía Asturiana de Minas, en sus dependencias se ubicaron las oficinas, almacenes y viviendas de los ingenieros de esta importante empresa minera y metalúrgica. Desde finales del siglo XX es propiedad de la compañía aseguradora Mutua Madrileña.

Hay mucha animación en la Plaza de España, mucha gente, música y artistas callejeros que muestran su ingenio y su magnífico arte urbano.

Casi en el comienzo de la calle Princesa, está el Palacio de Liria, conjunto arquitectónico que pertenece a la Casa de Alba.

Cerca de la Plaza de España también están el edificio del Senado, la plaza de Oriente y el Palacio Real.

En la calle Ventura Rodríguez 17, destaca otra mansión del siglo XIX. Actualmente es el Museo Cerralbo que alberga la antigua colección privada de obras de arte, objetos arqueológicos y demás antigüedades reunida por Enrique de Aguilera y Gamboa Marqués de Cerralbo, Grande de España (1845-1922). A pocos metros del museo, se halla el Templo de Debod.

En nuestro camino hacia el monumento egipcio pasamos por delante de la Iglesia de Santa Teresa y San José (Padres Carmelitas), cruzamos el parque donde se encuentra el “Monumento al Pueblo del Dos de Mayo de 1808” y en unos diez minutos estamos frente al templo de Debod.

El Templo de Debod fue un regalo de Egipto a España en 1968 en compensación por la ayuda española tras el llamamiento internacional realizado por la UNESCO para salvar los templos de Nubia, principalmente el de Abu Simbel.

Esta singular edificación tiene una antigüedad de unos 2200 años. Su núcleo más antiguo se cree que fue erigido bajo reinado del faraón Ptolomeo IV, siendo dedicado a Amón de Debod e Isis, conteniendo además añadidos de otras épocas como la romano-imperial (del siglo I a. C. al II d. C.).

Estaba ubicado originalmente en la pequeña localidad llamada Debod (de la que toma el nombre), en las orillas del río Nilo, al sur de Egipto. Cuando en 1907 se construyó en aquel territorio la primera presa de Asuán, el templo se vio afectado en gran medida, ya que permanecía unos nueve meses al año bajo las aguas. La inundación casi constante del templo provocó su erosión y la pérdida de la policromía y el daño de algunos de sus relieves.  Esta erosión ocasionada por las aguas del Nilo se añadía a los desperfectos que había provocado en su día el terremoto de 1868.

En el año 1961, a causa de la construcción de la nueva presa de Asuán, el templo (y otros edificios) fue desmontado por una misión arqueológica polaca y sus piedras almacenadas hasta que  en 1970 fueron trasladadas al puerto de Alejandría y embarcadas en el buque Benisa para llegar a Valencia (España) y desde aquí fueron transportadas en camiones hasta Madrid, donde se almacenaron en el solar del antiguo Cuartel de la Montaña de Príncipe Pío (edificación militar construida entre 1860 y 1863, lugar donde, las tropas francesas de Napoleón fusilaron a los sublevados del alzamiento del 2 de mayo de 1808, escena retratada en el famoso cuadro de Goya “El 3 de mayo en Madrid” o Los “fusilamientos”, también fue escenario, un siglo después, de la sublevación militar de julio de 1936, que daría lugar a la Guerra Civil española). En este lugar histórico comenzó una difícil tarea para los  arqueólogos españoles bajo la dirección de Martín Almagro, ya que el Servicio de Antigüedades de Egipto sólo entregó un plano y un croquis del alzado del monumento junto con algunas fotografías sin referencia de ninguna clase, finalmente se consiguió  su reconstrucción, se situó de manera que conservase la misma orientación que en su lugar de origen, de este a oeste, finalmente fue inaugurado el 18 de julio de 1972 por Carlos Arias Navarro, alcalde de Madrid por aquel entonces.

Continuamos nuestro recorrido por Madrid…..

Vamos hacia el Palacio Real también conocido como Palacio de Oriente.

Vamos hacia los Jardines de Sabatini, desde donde se tiene una panorámica excelente de la fachada norte del Palacio Real.

Estos jardines fueron construidos en la década de 1930 tras la proclamación de la Segunda República, que ordenó la incautación de diferentes bienes del Patrimonio Real, entre ellos estos terrenos, que hasta entonces eran ocupados por las caballerizas reales construidas junto al Palacio, por el arquitecto italiano Francesco Sabatini en el siglo xviii. Una vez requisadas las caballerizas reales fueron cedidas al Ayuntamiento de Madrid para levantar allí un parque público.  En 1933, comenzó la demolición de los edificios de las caballerizas y se inició la construcción de los jardines, que no fueron completados hasta finales de los años setenta. En 1978 se abrieron al público inaugurados por el rey Juan Carlos I con el nombre del arquitecto de los edificios originales. 

Los jardines  estilo neoclásico con setos recortados y árboles dispuestos en patrones geométricos simétricos, adornados con un estanque, fuentes y estatuas los reyes españoles, que originalmente  estaban destinadas a decorar el palacio.

Nos encontramos cerrados los jardines, rodeados de obras, con pavimentos levantados….. Una pena. 

Los orígenes del Palacio Real de Madrid se remontan a una fortaleza que construyeron los árabes en el siglo IX, conocido como el Alcázar. Tras la reconquista de Madrid por parte del rey Alfonso VI en el año 1085, el antiguo Alcázar pasó a convertirse en la residencia de los distintos reyes que se fueron sucediendo en la historia. El espectacular palacio que hoy podemos admirar fue construido por orden del rey Felipe V, sobre el terreno dejado por el Real Alcazar, destruido casi totalmente por un incendio en 1734. 

Aunque se considera la residencia oficial del Jefe del Estado (el rey de España), los actuales reyes no viven aquí sino en el Palacio de la Zarzuela, en el Monte de El Pardo, a las afueras de Madrid (el último rey que vivió en el Palacio Real fue su bisabuelo Alfonso XIII hasta que en 1931 abandonó España ante la llegada de la Segunda República).

El Palacio Real es utilizado para ceremonias de Estado y actos solemnes.

Con una extensión de 135 000 m² y 3418 habitaciones (casi el doble que el Palacio de Buckingham de Londres o el Palacio de Versalles de París), es el palacio real más grande de Europa Occidental​ y uno de los más grandes del mundo. Alberga un valiosísimo patrimonio histórico-artístico que incluye obras de arte de todo tipo, colecciones de pintura, escultura, tapicería…..

Se puede visitar gratis el Palacio Real de lunes a jueves, de abril a septiembre, entre las 18 y las 20 horas, y de octubre a marzo, entre las 16 y las 18 horas. Además, el día 18 de mayo, que se celebra el Día Internacional de los Museos, el acceso también es gratuito, así como el 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional.

Es un buen espectáculo el cambio de guardia que tiene lugar los miércoles y sábados, además el primer miércoles de cada mes se celebra el Relevo Solemne (excepto enero, agosto y septiembre), frente a la puerta de la calle Bailén, en la plaza de Oriente a las 12 de la mañana, a imagen y semejanza de la ceremonia que se realiza en los palacios reales de otros países, siendo el más famoso el del palacio de Buckingham en Londres. Próximo relevo: 6 abr 2022.

Enfrente de la fachada este del Palacio Real está la Plaza de Oriente  y  el Teatro Real

Continuamos por delante del Palacio Real hacia la Plaza de la Armería en la fachada sur del Palacio Real.

Enfrente del patio de la Armería del Palacio Real se levanta la Catedral de la Almudena

La Catedral de Santa María la Real de la Almudena fue construcción por orden del rey Alfonso XII para albergar los restos de su esposa María de las Mercedes de Orleans y Borbón.​ Las obras de edificación del templo comenzaron en 1878 y concluyeron en 1892.

Cruzamos la Plaza de Oriente. Estos jardines están diseñados en formas geométricas para dar realce a la fachada del Palacio Real.

La plaza alberga una colección escultórica de veinte reyes españoles, correspondientes a cinco visigodos y a quince monarcas de los primeros reinos cristianos de la Reconquista, en dos hileras, a ambos lados de los jardines centrales. El grupo de estatuas forma parte de la serie dedicada a los monarcas de España, mandada hacer entre 1750 y 1753 para la decoración del Palacio Real de Madrid durante el reinado de Fernando VI. ​

Los jardines centrales se disponen alrededor del monumento a Felipe IV que se sostiene sobre un gran pedestal adornado con diferentes grupos escultóricos y una fuente con dos pilas en forma de concha, cuyas aguas se vierten en un pilón semicircular. La base, hecha en piedra de granito, está custodiada por cuatro leones de bronce, uno en cada esquina. El conjunto escultórico fue terminado en el año 1843 constituyendo el epicentro de la emblemática plaza madrileña.

La imponente estatua ecuestre del conjunto monumental fue encargada por el propio rey, como también lo hizo su padre, Felipe III, cuya estatua actualmente preside el centro de la Plaza Mayor de Madrid. La obra fue encomendada al escultor italiano Pietro Tacca, quien la diseñó a partir del cuadro de “Felipe IV a caballo”, pintado por Diego Velázquez, el cual verse en el Museo del Prado. Tacca trabajó seis años en la escultura, desde 1634 hasta 1640. La gran importancia artística de esta obra se encuentra en que se trata de la primera estatua ecuestre en la que el caballo se apoya sólo en sus patas traseras, para ello, Pietro Tacca tuvo la asesoría técnica del propio Galileo Galilei, decidiendo que la parte delantera fuera hueca y la parte trasera maciza, para mantener la figura erguida, con un peso total de nueve toneladas. Durante los siglos posteriores se pusieron de moda este tipo de estatuas ecuestres, ejemplos de las cuales pueden verse en otras grandes ciudades europeas

Fundida en bronce en unos talleres de Florencia, tuvo como primer emplazamiento el desaparecido Palacio del Buen Retiro, situado junto a lo que ahora es el Parque del Retiro de Madrid (construido por orden de Felipe IV como segunda residencia y lugar de recreo).

Alrededor de Felipe IV hay mucha animación, la gente se detiene a fotografiarlo, se sienta a admirarlo y artistas callejeros exponen sus obras, mientras él, imperturbable a través de los siglos, mira hacia el edificio del Teatro Real que tiene justo enfrente.

El Teatro Real es el teatro de la Ópera de Madrid. Su construcción comenzó en 1818, y fue inaugurado en 1850.

Bonitas y animadas terrazas invitan a hacer un alto en el camino. Picar algo y disfrutar de unas cañitas frente a la plaza en el café de Oriente, ubicado en un edificio del siglo XVII, con clásicas salas abovedadas y terraza mirando al Palacio Real, es una opción muy recomendable.

Continuamos nuestro paseo en esta fantástica noche de febrero casi primaveral del todo, que llena las calles y plazas de gente disfrutando del buen tiempo.

Vamos hacia un lugar con un significado muy especial para nosotros: El Oratorio del Santo Niño del Remedio (C/ de los Donados, 6).

Horario: días laborables: 8:00-14:00 y 16:00-20:00 festivos y fines de semana: 9:00-14:00 y 16:0000-20:00h. Felices de poder volver, superados problemas de salud recientes, es momento de dar gracias en “vivo y en directo”.

Continuamos hacia la Puerta del Sol.

Llegamos a esta plaza que recibe el nombre de una de las antiguas puertas de la muralla que rodeaba Madrid en el siglo XV, orientada hacia el nacimiento del sol, se le dio el nombre de Puerta del Sol.

El edificio más icónico es la Real Casa de Correos. Su construcción data de finales del siglo xviii, siendo el edificio más antiguo de la Puerta del Sol.  El edificio ha desempeñado múltiples funciones a lo largo de su historia, y en la actualidad es la sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. 

En el edificio destaca el reloj más famoso de toda España. Este reloj centenario se hace protagonista una vez al año en la noche del 31 de diciembre desde 1962, marcando las campanadas que acompañan el ritual de las doce uvas de la suerte que despide el año y da la bienvenida al siguiente congregando en la plaza a miles de personas, retransmitiéndose además por televisión para todo el país.

En el suelo, frente a la puerta principal del edificio está la placa histórica que señala el Kilómetro 0 (origen de las carreteras radiales y de la numeración de las calles de Madrid).

En la plaza de la Puerta del Sol, en la entrada de la calle Alcalá, también se ubica otro de los iconos madrileños más conocidos: la estatua del Oso y el Madroño, representa de forma realista las armas heráldicas de Madrid. Fue colocada en la plaza el 10 de enero de 1967, realizada en bronce y piedra pesa aproximadamente 20 toneladas y mide 4 m de altura.

Otra de las plazas más emblemáticas y visita indispensable es la Plaza Mayor de Madrid.

Se trata de una plaza porticada de planta rectangular, de 129 metros de largo por 94 metros de ancho, completamente cerrada por edificios de viviendas de tres plantas, con 237 balcones en total que dan a la plaza. Dispone de diez accesos.

Los orígenes de la plaza se remontan al siglo xvi, cuando en la confluencia de los caminos (hoy en día calles) de Toledo y Atocha, a las afueras de la villa medieval, se celebraba en este sitio, conocido como «plaza del Arrabal», el mercado principal de la villa. En esa época se construyó una primera casa porticada, o lonja, para regular el comercio en la plaza.

La plaza Mayor se convirtió desde sus inicios, no solo en el principal mercado de la villa, tanto de alimentación como de otros productos, instalándose en sus soportales los principales gremios; sino también en el escenario de numerosos actos públicos, como corridas de toros, ejecuciones públicas, colocándose el patíbulo delante de la Casa de los Pañeros si la pena era de garrote; frente a la Casa de la Panadería, si era de horca, y ante la Casa de la Carnicería, si era de cuchillo o hacha. También se celebró en la Plaza Mayor la beatificación de San Isidro, santo patrón de Madrid.

En 1848, se colocó la estatua ecuestre de Felipe III en el centro de la Plaza Mayor.

 Seguimos callejeando por Madrid

El imponente edificio, que vemos espectacularmente iluminado, entre la Plaza del Ángel y la Plaza de Santa Ana, es el Hotel Reina Victoria. El solar albergó el palacio de los Condes del Montijo y Teba, construido hacia 1811, centro de reunión de la alta sociedad de la época, posteriormente el palacio se convirtió en las dependencias del Casino Militar, en 1919 fue derribado para construir en su lugar el llamado Edificio Simeón (Almacenes Simeón) que albergó los emblemáticos  almacenes y hotel durante siete décadas. El hotel fue conocido popularmente como el «Hotel de los Toreros» por ser el lugar tradicionalmente elegido por los toreros famosos que acudían a la Feria de San Isidro para “vestirse de luces” antes de acudir a su «faena» en la Monumental de las Ventas. Algunos toreros tenían reserva fija como Manolete cuya habitación hasta su muerte fue la 220. En octubre de 2006 se inauguró el hotel con la protección de una nueva marca: ME Madrid Reina Victoria.

El actual edificio, de estilo ecléctico y toques modernistas, se caracteriza por sus miradores acristalados, su fachada blanca y su peculiar e inmenso pináculo terminado en punta redonda.​ Los grandes ventanales que dan a las plazas adyacentes eran en su tiempo escaparates de los grandes almacenes.

Estamos en la Plaza de Santa Ana, el corazón de el “Barrio de las Letras” de Madrid, aquí nos encontramos con las figuras de escritores ilustres que la capital de España homenaje: Calderón de la Barca y Federico García Lorca.

Monumento a Federico García Lorca frente al Teatro Español. 

Seguimos hacia el restaurante elegido para la primera cena de este fin de semana especial, en el que nos proponemos hacer una ruta gastronómica original que titulamos “el mundo en el plato”.  Madrid ofrece multitud de opciones de cocina internacional, tantas que es muy difícil elegir.  Al final nos hemos decidido por un restaurante griego para la cena del viernes.

Recordamos nuestro viaje a Grecia, antes de la pandemia, desde el restaurante Dionisos Huertas:

Pedimos un curioso «menú degustación» acompañado de cervezas griegas y originales postres:

Después de la cena, aún nos apetece seguir viendo el fantástico  “brillo” de la a noche madrileña. Hacemos el último recorrido por hoy:

Legamos a la Plaza de las Cortes, entre la desembocadura de la Carrera de San Jerónimo y la calle del Prado.

En la Plaza de las Cortes se encuentra el Hotel Villa Real, la Organización Médica Colegial de España,  una estatua de Cervantes y  el Congreso de los Diputados.

En el Edificio del Congreso de los Diputados (Carrera de S. Jerónimo, s/n) destaca el pórtico neoclásico, con seis imponentes columnas estriadas, de orden corintio, sobre las que se levanta el frontón triangular decorado con relieves. Los emblemáticos leones que flanquean la entrada fueron fundidos con el hierro de los cañones capturados durante la guerra de África (conflicto bélico que enfrentó a España con el sultanato de Marruecos entre 1859 y 1860).

Llegamos a la Puerta de Alcalá en el centro de la Plaza de la Independencia, en la que confluyen calles tan destacadas como Alcalá, Alfonso XII o Serrano. Al lado del Parque del Retiro, constituye uno de los iconos turísticos de Madrid.

La Puerta de Alcalá es una de las cinco antiguas puertas reales que daban acceso a la ciudad. Recibe su nombre por estar situada junto al camino que conducía a Alcalá de Henares, núcleo poblacional de gran importancia como señorío de los arzobispos de Toledo desde el siglo XIII y cuna de la Universidad que adquirió un gran esplendor con el Cardenal Cisneros en 1499.

Puerta de Alcalá, Patrimonio Mundial dela Humanidad

El monumento de La Puerta de Alcalá es un imponente arco de triunfo, de casi 20 metros de alto por 43 de ancho, con cinco pasos, inaugurado en 1778, tras cuatro años de obras, para conmemorar la entrada de Carlos III en Madrid como rey de España. Incluida en el Patrimonio Mundial por la Unesco en el año 2021 formando parte del conjunto llamado “Paisaje de la Luz”, integrado por el paseo del Prado y El Buen Retiro.

Una buena idea es disfrutar de la vista del icónico monumento iluminado, mientras tomamos un café en una de las animadas terrazas que lo rodean, para acabar esta fantástica noche.

Fantástico primer día, fantástica primera noche en Madrid, regresamos al hotel cogiendo el metro en la estación del Retiro.  

Mañana más, mucho más…..

13 comentarios sobre “FIN DE SEMANA EN  MADRID. PRIMERA PARTE

    1. Hola Carmen, lo primero decirte que me encanta que me leas, y que te gusten mis recorrido. Si, la verdad que nos cunde mucho porque antes de cada viaje disfrutamos preparando con mucho detalle por donde tenemos que ir, para no perder tiempo y dudar que calle cogemos… etc. Y porque somos de mucho patear… jeje.
      Muchísimas gracias por tu comentario.
      Saludos desde Santiago de Compostela.

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      1. Nosotros hacemos lo mismo. Preparo hasta en qué boca del metro y qué línea tomamos para no perder tiempo. Casi se disfruta tanto de la preparación como del viaje en sí. Saludos.

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  1. Una Post muy largo pero me disfruta mucho, a) porque era muy interesante y b) me ayuda practicar mi espanol! Hace muchos anos fui in Madrid pero si puedo volver me gusta quedar in Hotel Riu – la terraza and ‘El Eden’ me parace ser fantastico! Perdonome para me espanol que is malo y my key-board no tiene los ‘accentos’

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    1. Buenos días maristravels, muchas gracias por leer mi blog y por tu comentario que me alegra mucho. Seguro que leyendo todos mis post tu buen español actual ya será perfecto porque tendrás material de lectura muy extenso… Es cierto, hago posts quizás demasiado largos pero es que me encanta contar con mucho detalle nuestros viajes para aportar toda la información que pueda ser útil a otros viajeros y ahora también tendré en cuenta que puede servir para practicar español ¡genial!. Me esforzaré en cuidar todo lo que pueda la gramática.
      Saludos

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