5.2.LANGEAIS

Dejando a tras el Château D´Ussé nos dirigimos a LANGEAIS, segundo  destino para nuestro 5º día en  el “Valle del Loira”.

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En el camino nos encontramos con un espectacular puente: LE PONT SUSPENDU

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Como siempre, nos pica la curiosidad … Así que toca buscar, aunque no siempre es fácil de encontrar, un poco de historia:

En 1846, el rey Louis Philippe autorizó la construcción de un puente «cable»  o puente colgante.

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La primera piedra se coloca en 1846 y la inauguración tiene lugar en 1849, cobrándose peaje por su utilización hasta 1888. Pero tan solo diez años después de su inauguración, en una tormenta de verano de 1859, un rayo destruye parte del puente, que es reconstruido e inaugurado de nuevo en 1861. En 1870, Francia está en guerra con Prusia … es necesario frenar el progreso del enemigo, y el ejército francés decide inutilizarlo, los cables se cortan por decisión militar y el puente colgante queda fuera de uso hasta 1874,  que se completó un tercer puente. Éste es más fuerte que los anteriores, con un sistema de suspensión independiente. Transcurren los años sin mayores vicisitudes pero un nuevo enemigo lo acecha: ¡el automóvil! entonces se reestructura para que pueda soportar las nuevas cargas y es remodelado en la década de 1930 adaptando la estructura del puente al estilo gótico del castillo, inaugurado de nuevo en 1936. Pronto otro acontecimiento que sacude a Francia destruye el puente, en 1940 durante la contienda de la  Segunda Guerra Mundial el puente es volado. Se inicia su reconstrucción en 1946 acomodando una pasarela sobre él, continúan las reparaciones y el puente se puso nuevamente en servicio el 8 de noviembre de 1950, desde entonces disfruta de la mejor época de su historia. A principios de la década de 1980 se modernizó incluyendo la iluminación nocturna que destaca su silueta.

Magnífico el pétreo y solido monumento que guarda su accidentada historia resurgiendo, una y otra vez, de entre sus cenizas como el ave fénix, siempre único, resistente, eterno para el disfrute de todos los que lo contemplamos.

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Tan  fabuloso que no se le puede  dejar en el abandono nunca, siendo más que justificadas las sucesivas reconstrucciones en sus  casi 170 años de existencia, que permiten que se siga reflejando en el Loira, como el joven Narciso de la mitología, enamorado de su propia imagen en el río.

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Imprescindible una pequeña parada para recrearnos  con el espléndido paisaje del río Loira, delimitado por el incomparable marco de la impresionante construcción.

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y llegamos a Langeais

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Seguimos hacia la Rue Anne de Bretagne. Hay varias pequeñas plazas  donde se puede dejar el coche gratuitamente.

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Una vez que dejamos el coche seguimos caminando por la misma calle Anne de Bretagne

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y enseguida llegamos al Castillo

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Nos encontramos la entrada  con altas torres  y el puente levadizo que da acceso al interior  (es de los pocos que todavía se abren y se cierran de forma manual) y justo llegamos cuando un grupo de turistas se disponían a entrar y el puente se ponía en movimiento con una escenificación medieval de recibimiento a los visitantes.

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El castillo forma parte del conjunto de castillos del Loira  declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.​

Llegados a este punto, toca repasar la historia: 76

EL castillo de Langeais, fue originalmente una fortaleza medieval edificada a finales del siglo X por nuestro ya conocido Foulques Nerra del que ya sabemos, porque nos lo hemos encontrado varias veces en nuestra ruta por el “ Valle del Loira” pero  no sobra recordar la figura de este personaje:

19.jpg Fulco III de Anjou, Conde de Anjou (987-1040), conocido como el “Halcón Negro”, de carácter impulsivo y contradictorio, a la vez violento y piadoso, alternando la crueldad y la penitencia. Pasó la vida luchando encarnizadamente con sus vecinos, amplió y consolidó los dominios del condado de Anjou, en disputa con otros nobles rivales, uno de sus más acérrimos enemigos fue el conde Eudes I (Odo Iconde de Bloisal que vence después de numerosas trifulcas y batallas,  incrementando su poder e influencia.

La terrible crueldad de Fulco se extendía no solo a sus enemigos en la batalla o a sus súbditos si no que también su propia familia supo lo que era, en el año 999, habiendo sorprendido a Elizabeth De Vendôme, su primera mujer, con otro hombre, ordenó quemarla viva vestida con su traje de novia. En 1001,  se casó con Hildegarde de Aquitania quien daría a luz a su heredero en 1006 Godofredo II Martel,

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Alterna sus crueldades con peregrinaciones a Jerusalén de donde trajo supuestas reliquias: un trozo de la piedra del Santo Sepulcro que, según contaba, pudo sacar con los dientes al ablandarse milagrosamente en el momento de besar la piedra, y un pedazo de la «Vera Cruz» que compró a los guardianes del santuario. Murió en Metz el 25 de junio de 1040, cuando regresaba de una peregrinación a Tierra Santa y su cuerpo fue enterrado en la abadía de Beaulieu-les-Loches (próximo al castillo de Loches) que el mismo conde Fulco fundó y dotó con bienes y beneficios hacia el 1007.

Tanto sus abusos como hazañas han sido ensalzadas por biógrafos e historiadores, forjando una de las figuras legendarias de la Edad Media francesa.

Además de por «el Negro«, también se le conoció como «el Constructor«, por las numerosas edificaciones, tanto defensivas como religiosas que mandó construir. Como ya sabemos, construyó las fortalezas que ya visitamos de LochesMontrésor  y muchas más, como ésta de Langeais en la que ahora estamos, celebres por sus altos donjons cuadrados de unos treinta metros que aún son visibles.

Foulques Nerra se apoderó de Langeais en el año 994 y construyó la fortificación sobre un promontorio rocoso para vigilar la gran vía romana entre Tours y Saumur.

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Hoy en día  los restos de la construcción original,  muestra de la arquitectura militar de la Edad Media, se conservan en el  parque del Château.

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Bajo la dominación de la dinastía inglesa de los Plantagenet, el castillo es ampliado por Ricardo Corazón de León. En 1206 Felipe Augusto (Felipe II de Francia) lo reconquista y Langeais entra a formar parte de las posesiones de la corona francesa.

Durante la Guerra de los Cien Años el castillo es destruido, del edificio de esta época solo subsiste una fachada de la torre principal, la llamada «donjon de Foulques Nerra» que posteriormente Carlos VII en 1422 destina a las mazmorra. En 1465 Luis XI  el intrigante hijo y heredero de Carlos VII,  decide construir un nuevo castillo en Langeais, el trabajo de remodelación durará dos años, confiados a Jean Bourré , fiel consejero del rey, y Jean Briçonnet , otro cercano al rey y luego alcalde de Tours.

La arquitectura del nuevo castillo refleja los cambios que tuvieron lugar entre los siglos XV y XVI presentando dos partes bien diferenciadas: el lado que mira hacia el pueblo, la fachada tiene todos los atributos del castillo medieval austero con grandes torres, incluido el puente levadizo, sin embargo otra parte del edificio, la que se abre al patio y jardines,  la fachada cumple con las expectativas de refinada residencia de un rey o gran señor con abundante ornamentación tallada.

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El Castillo de Langeais supone un punto de inflexión entre la Edad Media y el Renacimiento siendo su fachada oeste, la que mira a los jardines, la que refleja la influencia renacentista:

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Volviendo a los ilustres  personajes que tuvieron que ver con Langeais nos encontramos de nuevo, con viejos conocidos de cuya singular vida ya hablamos en los castillos  que visitamos días atrás  y cuyo vínculo con cada castillo en cuestión, he querido ir contando, a si que ahora aprovechamos para recordar a Ana de Bretaña ya que el suceso más renombrado de la historia del castillo es la boda real del hijo y heredero de Luis XI, Carlos VIII de Francia con Ana de Bretaña.

Como la mayoría de los matrimonios de la época, esto no tenían nada que ver con el amor si no con intereses territoriales.

25.jpg  El duque Francisco II de Bretaña, sin hijos varones, se vio obligado a aceptar las condiciones de Francia para establecer un acuerdo de paz,  aceptando que sus hijas no se casarían sin la aprobación del rey francés. Francisco murió poco después, como resultado de una caída de su caballo. Su hija Ana, hereda el ducado bretón con tan solo 11 años. Ana debía mantener la independencia de su ducado por tanto, necesitaba un aliado buscando un marido  lo suficientemente poderoso como para mantener la independencia bretona, Maximiliano I de Austria fue considerado el candidato más adecuado para estos planes.

26.jpg  El futuro emperador contrae matrimonio con Ana por poderes pero este enlace representa un gran peligro para Francia ya que, el reino queda así enmarcado al este y al oeste por el imperio lo que hace reaccionar  a la corona francesa y Carlos VIII de Francia reclama a Ana como esposa (a su vez Carlos estaba prometido  a Margarita de Austria, hija de Maximiliano).  Por otra parte, el pretendido enlace con Maximiliano se preparó en una mala época para los Habsburgo que estaban demasiado ocupados luchando en dos frentes, Hungría por el Este y Granada por el Oeste, como para dedicarle la atención debida a Bretaña. Maximiliano no quiso abrir una nueva contienda, renunciando así a la joven duquesa que se vio obligada a contraer matrimonio con el rey de Francia cuando tenía 14 años.

27.jpg      El matrimonio tiene lugar el 6 de diciembre de 1491, sin esperar la dispensa pontificia solicitada por las circunstancias especiales de la boda. Como el Papa no había anulado aún la unión de Ana con Maximiliano, el nuevo enlace se organiza discretamente en el Castillo de Langeais. Éste matrimonio supuso el fin de la independencia del Ducado de Bretaña.

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En el contrato matrimonial se estipula que los cónyuges mutuamente se entregan sus derechos en el Ducado, pero Ana se compromete a casarse, si el rey muere sin un hijo varón, con el siguiente heredero al trono francés y esto es lo que sucederá ya que Ana dio a luz a seis hijos pero ninguno sobrevivió, los hijos de la pareja real mueren al nacer o cuando son muy pequeños.

Carlos VIII muere en 1498 en el castillo de Amboise tras golpearse fortuitamente la cabeza con un dintel de piedra, Ana tiene 21 años y sin hijos vivos, se ve obligada a casarse con el ahora nuevo rey, Luis de Orleans, primo de Carlos VIII,  que será  el  sucesor y reinará con el nombre de Luís XII, que a su vez estaba ya casado con Juana, hermana del muerto, pero anula su matrimonio para conservar el valioso ducado de Bretaña

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Ana se convierte en reina de Francia por segunda vez y Bretaña  definitivamente en una provincia francesa más. Fallece en Blois, en 1514 a los 37años.

El castillo pertenece  a la corona francesa hasta el siglo XVI que pasa a manos privadas.

Abandonado desde la Revolución  hasta principios del siglo XIX, la joya de Langeais esta es un estado deplorable. La municipalidad, inquilino parcial, ha transformado la gran sala del bajo en establo para los caballos de los gendarmes, otra parte esta asignada a la audiencia del Juzgado de Paz y a la prisión cantonal, los vecinos usan a su aire cuevas y dependencias. El parque está dividido en sesenta parcelas dedicadas a las viñas y a los frutales. Casimir Boisleve, alcalde desde 1830, propuso la adquisición del castillo, que estaba en venta desde la muerte de su última propietaria Mm. Moisant,  finalmente el castillo es comprado por M. Baron en abril de 1839, abogado de París, quien restauró la antigua residencia señorial con  un gusto verdaderamente artístico, convirtiéndola en una especie de museo. Después de la muerte de la hija de Baron, el castillo es adquirido el 28 de julio de 1886 por el banquero y hombre de negocios Jacques Siegfried, gran amante del arte Edad Media, dedica veinte años de su vida, a reconstruir el castillo haciendo de su interior una réplica de vivienda real del siglo XV. Tras su muerte en el año 1904, lo deja en herencia al Instituto de Francia al que sigue perteneciendo. La fundación Jacques Siegfried, legada al Instituto de Francia, eligió en 2005 la compañía Kleber Rossillon para su gestión hasta 2020. Roland Recht, historiador del arte y miembro del Instituto de Francia, es el conservador del castillo desde enero de 2013.

Una vez hechos a la idea de lo más representativo de la historia del castillo de Langeais, buscamos también información sobre la visita turística (http://chateau-de-langeais.com), aunque ésta no está incluida en nuestra selección de visitas.

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Además de los Jardines, LA VISITA DEL CASTILLO incluye quince estancias decoradas a finales del siglo XIX con la colección de Jacques Siegfried. Bellos muebles, tapices, baldosas y objetos decorativos muestran el modo de vida y el refinamiento francés a finales de la Edad Media

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También hay actividades  interactivas  dirigidas a los más pequeños para que se metan en la piel de los príncipes y princesas de la época.

El puente levadizo se activa: Una animación montada con humor, que permite asistir a la operación de uno de los últimos puentes levadizos que aún están en funcionamiento (duración 10 min).Del 9 de julio al 24 de agosto, de domingo a jueves a las 11:00, a las 12:30, a las 15:00 y a las 16:30

Sword Fight: El capitán de Langeais recluta nuevos hombres de armas para proteger el castillo. Una obra de teatro interactiva que combina lucha de espadas y justas verbales (duración 30 min). Del 9 de julio al 24 de agosto, de domingo a jueves a las 11:30, 13h, 15h30, 17h

Tras los pasos de Ana de Bretaña: Su Majestad la Reina Ana de Bretaña lleva a los niños al castillo donde se casó con el rey Carlos VIII. (duración 1h) Del 11 de julio al 24 de agosto incluido: todos los martes, miércoles y jueves a las 10:15 y 14:15 (con reserva).

En la ambientación de la visita del Castillo destaca la escenografía del episodio crucial en la historia de Francia: el enlace entre Carlos VIII de Francia y Ana de Bretaña cuya unión anexionó Bretaña al reino de Francia y marcó el destino de la que fue dos veces reina de Francia, como ya sabemos:

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Como en nuestro apretado plan para el día de hoy, no hay tiempo para entrar en el castillo, sabiendo  desde el primer momento de la organización del viaje por “el valle del Loira”, que muchos quedarían sin visitar pues es imposible verlos todos, antes de abandonar el pueblo vemos que más ofrece:

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Un bar en la pequeña plaza del Castillo, tienta a los escasos turistas para  hacer un breve descanso en estas calurosas horas del medio día, una buena idea!    0.

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Desde aquí se ve un pequeño  canal y al fondo la Iglesia Saint Jean Baptiste  cuyo campanario sobresale entre las  casas.

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La primera iglesia fue fundada en el siglo IV por San Martín de Tours, que la dotó de reliquias de San Juan Bautista, cuando el entonces obispo de Tours estableció la primera iglesia en Langeais, ningún rastro de la iglesia original ha sobrevivido.  En el siglo X, Foulques Nerra cuando estaba construyendo su castillo en la ciudad, ordenó la construcción de una segunda iglesia que sufrió un gran número de transformaciones a lo largo de los siglos,  en el siglo XI se añadió el campanario, en el siglo XV, se añadió una capilla lateral al norte. El resultado es una mezcla de elementos singulares destacando la cripta , restos de un edificio carolingio, la pila bautismal del siglo XV con tres cabezas talladas, la estatua en terracota de la Virgen , vidrieras y arcos.

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Después de un corto recorrido

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comprobando que el pueblo gira alrededor del Castillo y poco más hay, continuamos camino hacia Tours.

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