Completamos todo el plan para el TERCER DÍA en el «Valle del Loira»:
Al caer la tarde nos acercamos a este pueblo medieval, toda una sorpresa!
a unos 16 Km de nuestro hotel Château de Razay.
Montresor figura como uno de los pueblos más bonitos de Francia en el que destacan:
- El Castillo – fortaleza medieval. Incluido desde 1996 como Monument historique por el Ministerio de cultura francés.
- La colegiata de San Juan Bautista. Fundada por Imbert de Batarnay hacia el 1520 y clasificada como monumento histórico desde 1840.
- El halle des cardeux. Edificio de finales del siglo XVII incluido en el inventario de los monumentos históricos en 1926.
- El Ayuntamiento (Mairie) o Casa Consistorial, construida en 1581, también conocido como » Logis du Chancelier de Montrésor». Incluido como monumento histórico el 18 de junio 1962.
Aparcamos a los pies de la muralla de la fortaleza medieval en la Grande Rue
Dispuestos a recorrer este pequeño pueblo en lo que queda de esta esplendida tarde de julio y de paso vamos conociendo su historia.
Por supuesto, el castillo es uno de los principales activos para el turismo de la zona, mandado construir en el siglo XI por Fulco Nerra, conde de Anjou, es el Renacimiento el que le trajo mayor esplendor con un rediseño del castillo y una importante presencia de la corte de Francia, destacando los años en que fue propiedad de Philippe de Orleans, hermano de Luis XIV.
Pero como todos los castillos, el de Montresor tiene mucha más historia y pasó por muchos dueños desde sus orígenes en la fortaleza medieval que alrededor de 1005 construyó Fulco III, el Negro (970-1040 en francés antiguo : Foulque Nerra , Fulk Nerra, conde de Anjou) , parece que a lo largo de su vida este empedernido guerrero construyó casi cien fortalezas o castillos como base para sus múltiples batallas y guerras sucesivas con sus vecinos en Bretaña, Blois, Poitou y Aquitania, además también construyó unas cuantas abadías a lo largo del Valle del Loira pues parece que fue bastante religioso y temeroso de Dios.
Es probable que desde Fulco Nerra, Montresor siempre se mantuviera bajo el control de los condes de Anjou, hasta que en el siglo XII, Montrésor pasa a manos de Enrique II de Inglaterra y se construyeron las imponentes torres de la entrada, así como una parte del muro norte. En 1188, el rey Felipe Augusto de Francia recuperó Montrésor de los ingleses cuando aliado con el Rey Ricardo I de Inglaterra atacaron al viejo rey Enrique II. André de Chauvigny, primo y leal servidor del Rey Ricardo Corazón de León, cuando regresó con éste de la Tercera Cruzada se convirtió en el nuevo señor de Montrésor.
Derribado en 1203, el castillo fue reconstruido por Jean Binet, en 1393 para Jean IV de Bueil , Señor de Montresor y Maestro de Ballesteros de Francia (1365 – † 1415).
Desde el comienzo del siglo XV, con la corte real pasando cada vez más tiempo en Touraine, Montrésor se convirtió en un centro de cortesanos y sirvientes reales. En 1493, Imbert de Batarnay compró Montrésor para construir una residencia elegante en el recinto feudal, del cual solo queda el ala principal. Imbert fue el influyente y poderoso chambelán de cuatro reyes de Francia: Luis XI , Carlos VIII , Luis XI y Francisco I, hábil y astuto, estuvo presente en todas las negociaciones de su tiempo: fue especialmente responsable de arreglar el matrimonio de Ana de Bretaña con el rey, sellando la unión del ducado de Bretaña al reino francés. Se le confiaron los preparativos para la guerra con Italia y la educación de los hijos de Luis XII y Francisco I. Este influyente y poderoso personaje fue el abuelo materno de Diane de Poitiers, a si que a lo mejor también paso por aquí nuestra conocida Diana cuya historia hemos vivido en los anteriores castillos que hemos visitado.
Durante los siglos XVII y XVIII, otras familias destacadas, como Bourdeilles y Beauvilliers, vivieron en el castillo de Montresor.
La revolución Francesa marcó el comienzo de su declive. Madame Jouffroy de Gonsans, propietaria de la finca en 1831, no cuenta con los fondos necesarios para su mantenimiento. Louis François Jouffroy de Gonsans hizo demoler la capilla Notre-Dame y el ala oeste del castillo alrededor de 1845, para reconstruir la parte este reutilizando materiales de demolición.
En 1849 el conde Xavier Branicki, magnatepolaco exiliado en Francia, compra la propiedad totalmente arruinada. Branicki, terrateniente, escritor, político, financiero, mecenas y filántropo, nacido en 1816 en Varsovia, es descendiente de una ilustre familia de nobles y magnates polacos, pero opuesto a la hegemonía de Rusia en Polonia, en 1848 el zar Nicolás I lo sentencia a destierro y trabajos forzados de por vida por sus convicciones patrióticas y aspiraciones al restablecimiento de una Polonia soberana, BRANICKI tiene que huir y se exilia primero en Italia, donde se hace amigo del príncipe Napoleón , y luego en Francia donde compra el Castillo de Montrésor y más de 2.000 hectáreas de tierra en la zona, a la familia Jouffroy de Gonsans .
Branicki es un gran empresario y cofundador de Crédit Foncier de France y de los Ferrocarriles Franceses en Argelia, adquiere el castillo y lo restaura, renovando el parque con el estilo del romanticismo de la época. Posteriormente va sumando espléndidas colecciones de arte en su mansión.
El conde Branicki es también un gran cazador, lo que se hace notar en muchas estancias del castillo de Montrésor decoradas con impresionantes trofeos.
La Mansión y sus bosques circundantes son el escenario de cacerías y suntuosas fiestas, que reúnen a los más destacados e influyentes personajes de la época entre sus amigos destaca el emperador Napoleón III .
El conde Branicki no solo hace resurgir el castillo sino que su llegada le da nueva vida al pueblo de Montrésor. Se convierte en alcalde de Montresor desde 1860 hasta 1870.
Su gran fortuna le permite financiar trabajos importantes en muchos edificios del municipio, además del castillo y como terrateniente pone en marcha el funcionamiento de varias granjas dando trabajo a muchos habitantes de la ciudad y sus alrededores. Construye nuevas escuelas para niñas y niños, restaura el suministro de agua, repara el hospital y construye una capilla en el cementerio.
Fallece en 1879 a los 63 años siendo enterrado en Montresor. Branicki no tenía herederos legítimos y la propiedad pasó a su hermano menor, Konstanty. Esa línea también llegó a su fin, el castillo ahora es propiedad de parientes lejanos por matrimonio y descendientes de Mikolaj Rej, que aún viven allí.
El castillo se puede visitar y la entrada cuesta 8€ pero cuando nosotros llegamos ya estaba cerrado.
Otro punto destacable en la guía turística de este pequeño pueblo es la iglesia Saint – Jean – Baptiste o Colegiata, de culto católico .
Muralla de la Fortaleza con la Colegiata al fondo vista desde la Grande Rue:
Saint-Jean-Baptiste Iglesia de Montrésor
Antigua Colegiata fundada en 1521 por Imbert de Batarnay , señor de Montrésor y dueño del Castillo, con la idea de ser el panteón familiar y albergar las sepulturas de su familia. La iglesia Saint – Jean – Baptiste desde 1700 es la Iglesia parroquial de Montrésor, en la Revolución Francesa, fue saqueada y sufrió importantes degradaciones pero conservó su función parroquial que en la actualidad aún mantiene.
Si su arquitectura está marcada por el final del período gótico, su decoración, exterior e interior, lleva la impronta de los comienzos del Renacimiento francés. La iglesia fue objeto de numerosas restauraciones y reparaciones, especialmente en la segunda mitad del siglo XIX bajo el liderazgo de la familia Branicki , y especialmente de Xavier Branicki. La restauración de la tumba de Imbert de Batarnay es una de las intervenciones más simbólicas de este período, como lo es la decoración interior de la iglesia con pinturas del Renacimiento italiano o la escuela Clásica y las figuras de alabastro blanco.
Tumba de Imbert de Batarnay (señor de Montrésor ), su esposa (Georgette de Montchenu) y su hijo François. Pedestal decorado de las estatuas de los doce apóstoles.
Pero no solo estos monumentos son reclamo turístico pues todo el pueblo en sí merece una visita y un recorrido pausado por sus pintorescas callejuelas empedradas.
Va cayendo la tarde y aún nos queda un paseo muy agradable
Pasamos por el puente de Bouvet
Nos llama la atención estas callejuelas desiertas, en todo el paseo no hemos visto a nadie no nos hemos encontrado ni turistas ni gente del pueblo!!!
pero aquí parece que estuvieron hasta hace muy poco con sus labores que están sobre las mesas ….. ¿ se han escondido?
Continuamos por la solitaria calle hasta la entrada del castillo
Seguimos por el pueblo hasta la Place du Marché donde está el mercado de la lana con su original estructura de madera. En la planta superior hay exposiciones sobre la importancia que tuvo la lana para Montresor, pero ya estaba cerrado a la hora en que nosotros llegamos.
Halle des Cardeux
Volvemos a la Grande Rue a los pies de la muralla para ir a cenar:
Seguimos por la Grande Rue hasta llegar al restaurante previsto: Café de la Ville (29 Grande Rue, 37460 Montresor, Francia), muy cerca del Ayuntamiento (23 Grande Rue)
Ayuntamiento o Logis du Chancellier de Montrésor en el nº 23 de la Grande Rue
Muy gratamente sorprendidos porque a pesar de la hora, casi las 21:00h de la noche y que por el pueblo no se veía ni un alma en toda la tarde, había mucha animación en el restaurante, la terraza llena.
el interior comedor agradable
Servicio atento, incluso contamos con la ayuda de la simpática propietaria que nos aconsejó sobre los platos a elegir haciendo de interprete su hijo que hablaba bastante bien español y nos proporcionó una entretenida conversación, resultó una buena cena.
Platos abundantes :
Un buen rato en el café de la Ville!!
Y después de cenar nada mejor que un paseo a lo largo del río, hacia allí nos dirigimos
Pasamos a la orilla opuesta, llegamos a Les Balcons de L’Indrois
Unos 2 Km de paseo que discurre paralelo al río l’Indrois, desde aquí se tiene una de las mejores perspectivas del castillo y de la antigua fortaleza, la vista del conjunto del pueblo es magnífica y además nos encontramos con la agradable sorpresa de “ Las Noches solares” que se ofrecen cada año en julio y agosto, una de las muchas iniciativas que este pequeño pueblo volcado en el turismo promueve para no pasar desapercibido y mantenerse vivo entre los mejores. Esta tarde descubrimos por pura casualidad las mágicas noches a orillas del Indrois con el espectáculo veraniego del “las noches de color o noches solares”. Al anochecer el pueblo se convierte en un espectáculo de luz y de color, la ribera del río se ilumina con alegres colores, el Castillo se refleja en sus aguas y las sombras de los árboles están llenas de colorido, aún mas especial por los pocos visitantes que alteraban el silencio de la noche, amenizada con suave melodía que aún lo hacía más idílico,
fantástico!!!!
Pero ¡ojo con los mosquitos!
que también estaban de fiesta entusiasmados, aunque la magia del lugar atenuaba la incomodidad, si se lleva un repelente de mosquitos mejor que mejor.
Magnífica jornada!
Itinerario de nuestro TERCER DÍA en el «Valle del Loira» completado a la perfección!!!,
Fantástica e intensa jornada con un sol esplendido durante el día para que aún resplandezcan más estos paradisíacos sitios que estamos descubriendo en el precioso «Valle del Loira» y unas agradables noches de cielo estrellado, magnífica temperatura y milagrosamente con muy pocos turistas !!! .
De vuelta a nuestro hotel, hay que descansar que mañana hay mucho mucho más para descubrir…..