Llegamos en tren a Manarola, del que dicen que es el pueblo más antiguo de las Cinco Tierras.

El segundo pueblo de las Cinco Tierras más próximo a La Spezia, se encuentra a menos de un kilómetro del primero (Riomaggiore).

En Manarola acaba el primer tramo del Sendero Azul que empieza en Riomaggiore (La Vía del Amor, Longitud: 900 m) y comienza el segundo tramo que conecta Manarola con Corniglia, Longitud: 2 km ). Estos senderos sobre el mar son un gran aliciente turístico, pero suelen estar cerrados por desprendimientos y mala conservación, con suerte solo se pueden disfrutar pequeños tramos.

Puntos que veremos en Manarola:

- Túnel de la estación, la calle principal “Via di Mezzo” o “vía del medio”
- Puerto-Marina de Manarola
- Vistas desde el paseo del 2º tramo del “Camino Azul” o “Camino Celeste”.
- Mirador del Castillo (del Castillo de Manarola no queda nada, algunos de sus restos forman parte de las paredes que sostienen las casas sobre el acantilado frente al mar)
- Iglesia de San Lorenzo en la Piazza Papa Innocenzo IV

Igual que en Riomaggiore, la estación está conectada al pueblo por un túnel que también necesita alguna que otra obra de mantenimiento.

Atravesamos el túnel que nos lleva al centro del pueblo y salimos a la plaza de la fuente.


Subiendo las escaleras llegamos a la Piazza Capellini


Nos asomamos por la barandilla de la plaza y vemos la pintoresca calle que va hacia el pequeño puerto


bajamos

Ropa tendida, fachadas descascarilladas…..las barcas en la calle como si fueran coches aparcados entre las terrazas de bares y tiendas de souvenirs.
Llegamos a la “Marina di Manarola”.
El pequeño embarcadero ya está animado con los turistas que esperan su turno para subir a alguna de las embarcaciones que hacen la ruta marinera por la costa de Cinque Terre.

y aunque aún no son las diez de la mañana…hay unos cuantos bañistas dándose chapuzones desde las rocas que delimitan esta especie de piscina en el propio puerto, una opción para quien quiera nadar en el mar de Liguria ya que no hay playas.

Aquí hay que conformarse con las rocas y en el resto de la comarca «las playas» son de cantos rodados, la única de arena está en Monterosso (Fegina) y es de pago.

Desde el puerto, a la izquierda vemos el último tramo del camino desde Riomaggiore (Via del Amor).


Hacia la derecha, empieza el segundo tramo del Sendero Azul que conecta Manarola con la estación de ferrocarril de Corniglia, el trayecto es de unos 2Km, el tiempo necesario para recorrerlo sería entre 40-60 minutos si no estuviera cerrado, solo están abiertos unos 300 metros, los más próximos a Manarola.
Merece la pena hacer este pequeño recorrido para contemplar las vistas sobre el pueblo y sus casas encaramadas.

Alguna de las mejores fotos de Manarola se toman desde Punta Bonfiglio, cerca está un pequeño parque y el cementerio.




Algún “candado del amor” por la barandilla ….

Magníficas vistas sobre el mar de Liguria y su costa, hasta podemos ver en la cima de la montaña el siguiente pueblo: Corniglia

Volvemos al centro del pueblo

El pueblo está articulado en torno a la calle principal, “Via di Mezzo” o vía del medio, por donde bajaba el antiguo torrente de agua que llamaban Groppo (cerca de Manarola hay una pequeña aldea que conserva este nombre).
Desde la vía principal parten las callejuelas, conocidas como caruggi, que dan acceso a las casas o a los huertos donde las vides llegaban casi hasta el mar, produciendo el vino más típico de la zona conocido como sciacchetrà.

Paseamos por la calle principal, llena de banderines, con restaurantes, bares y pequeñas tiendas de souvenirs.




Hay que probar la típica “Focaccia ligure”: una especie de base de pizza o pan esponjoso, realizado con especias y aceite de oliva e ingredientes al gusto. Se dice que la focacceria “La Cambusa”, ubicada en la Via di Mezzo, es la mejor “focaccia” de la comarca.

Dejamos la calle principal y nos decidimos a “escalar” alguna de sus empinadas callejuelas (caruggi)



Vemos la torre de la Iglesia de San Lorenzo

La Iglesia de San Lorenzo en honor del Santo Patrón de Manarola, cuya festividad se celebra cada 10 de agosto, se ubica en la Piazza Papa Innocenzo IV.

El campanario está situado enfrente del cuerpo de la iglesia, construido en el siglo XIV sobre los restos de una antigua torre de vigilancia para el avistamiento y defensa de las incursiones sarracenas.

Seguimos callejeando entre casas de fachadas descascarilladas, no esperable para un Patrimonio Mundial de la Humanidad entendiendo que el objetivo de la UNESCO con este reconocimiento es preservar «las áreas naturales y sitios históricos del mundo para el presente y futuro de toda la humanidad».



Encontramos miradores para disfrutar de magníficas vistas sobre el mar y algunos tramos del “Sendero Azul”.





Regresamos mientras comentamos que es una pena que no se resuelva el mantenimiento de los senderos que desde hace años tienen tramos cerrados, la restauración de los túneles de acceso desde la estación (tanto el de Riomaggiore como el de Manarola), los pavimentos de las plazas y calles, el rebozamiento y pintado de las fachadas . .. etc, todo lo cual da una imagen muy negativa de dejadez. Cuidar un entorno PATRIMONIO MUNDIAL DE LA HUMANIDAD que como tal le otorga un «valor universal excepcional», y atrae a miles y miles de visitantes cada año, haciendo que el turismo sea el sector que más riqueza aporta a los habitantes de Cinque Terra, tendría que ser un interés prioritario para cada uno de ellos y esmerarse en su cuidado.




¡¡¡ Vamos !!!
