Loches primer destino para el CUARTO DÍA EN EL «Valle del Loira» (17 de Julio):
Dejamos el hotel Château de Razay en torno a las 11h de la mañana.
Llegamos a Loches (21Km- 25 min)
Loches se diferencia de otros pueblos de la ruta de los Castillos del Loira porque precisamente no se trata de un pueblo con un castillo, sino que nos encontramos ante “La Ciudad Real” denominación vinculada a su topografía y a su historia:
- Según su topografía puede considerarse una ciudad fortificada donde destaca una imponente construcción Castillo-Fortaleza con su Torre del Homenaje (el “donjon” de los castillos franceses, que es la estructura central del castillo medieval, la torre más alta de la muralla) y un suntuoso alojamiento real ( Logis Royal ) ambos gestionados por el Consejo Departamental de Indre-et-Loire. Un cinturón amurallado de 2 km protege los lugares que la conforman, incluida la colegiata de Saint-Ours, con un único acceso a la Ciudad Real a través de la antigua Puerta Real.
El conjunto está construido sobre un promontorio rocoso que domina la población de Loches y el valle del Indre.
A los pies de “La Ciudad Real” se extiende el entramado de callejuelas empedradas del pueblo medieval que albergó a los artesanos, comerciantes y resto de gremios que englobaban a las personas necesarias para la vida cotidiana de la ciudad, protegido a su vez, por murallas paralelas a las de la Ciudad Medieval que en su época tuvieron cuatro puertas de entrada, de las cuales solo quedan dos: la Porte des Cordeliers y la Porte Picois .
- Y en cuanto al apelativo de “Real”, viene justificado más que de sobra, por su rica historia contando todos los reyes vinculados a Loches desde la Edad Media al Renacimiento.
En nuestro recorrido, hoy nos volveremos a encontrar con ilustres personajes ya conocidos, pero ahora los recordaremos destacando su vínculo con Loches. El primero de ellos es Foulques Nerra:
Porque la imponente “Ciudad Real“ tiene su origen como tal, en la construcción de la soberbia Torre del Homenaje obra de Foulques Nerra. Uno de los personajes más extraordinarios de la Alta Edad Media Fulco III (970 – 1040) conocido como Foulques Nerra o el Negro, conde de Anjou desde 987 hasta 1040, es un guerrero conocido por su crueldad luchando contra sus vecinos sin cesar y sin piedad para extender su territorio, imponiendo su poder mediante la violencia y el saqueo. Su principal enemigo fue Eudes II, conde de Blois, para rodearlo, Foulques Nerra construyó numerosas fortalezas, como ya vimos en nuestro recorrido por Montpoupon y Montresor, incluida la de Loches. Son obras suyas más de cien construcciones, castillos y mazmorras pero también conventos, iglesias y abadías, incluso fue cuatro veces en peregrinación a Jerusalén con el deseo de redimir sus crímenes. Murió en Metz, en 1040, durante el regreso de la última peregrinación a Jerusalén, su cuerpo fue enterrado en la abadía de Beaulieu-les-Loches.
Posteriormente la fortaleza fue ocupada por Enrique II de Inglaterra y su hijo, Ricardo Corazón de León, durante el siglo XII, reconquistada por el rey francés Felipe II , en su batalla por el control de Francia convirtió a Loches en una enorme fortaleza militar. La Torre fue transformada en cárcel real en el siglo XV por Luis XI manteniendo esta función hasta 1926. Cinco siglos siendo lúgubre mazmorra, sin ninguna duda, da para muchas historias de luchas, traiciones, torturas, muerte, historias de hombres poderosos, vengativos y crueles, historias tan tenebrosas como la silueta que se levanta en lo alto de la “Ciudad Real de Loches”.
Pero también descubriremos la parte opuesta de “la ciudad Real”, el LOGIS ROYAL o Residencia Real, una imagen elegante de palacio refinado y suntuoso, retiro sosegado, paraíso que se asoma al valle para anunciar la existencia de otras historias muy diferentes, alejadas del horror de la antigua fortaleza, historias de gloria, de éxito, de admiración, de belleza, de amor, de piedad, de calma, de retiro espiritual, historias de mujeres en las que las protagonistas son, sobre todo, tres ilustres mujeres que ya conocemos pero que también dejaron su huella en la Residencia Real el Loches: Juana de Arco, Agnés Sorel y Ana de Bretaña.
Una vez ubicados en el espacio y en el tiempo, estamos deseosos por descubrir esta ciudad medieval a orillas del Indre y por supuesto todo lo que podamos de su historia.
Dejamos el coche en el parking próximo a la estación de tren, en place des Cordeliers
Vamos por la Avenue de La Gare, sobre el rio Indre, hasta llegar a la place de la Marne.
Desde la place de la Marne vemos la Tour de Saint Antoine dibujada en el azul del cielo de una espléndida mañana, con el sol como compañero de viaje para que estos paisajes luzcan aún más si cabe, volveremos a disfrutar de un luminoso día con una temperatura muy agradable que nos invita a recorrer cada rincón que promete ser muy interesante.
Tour de Saint Antoine
El campanario de la antigua iglesia construida entre 1529 y 1575, sirve como atalaya de la ciudad, con una altura de 52 metros. A sus pies un antiguo carrusel da colorido a la plaza mientras la terraza del restaurante-crepería de la torre Côte Tour, tienta a hacer una parada en el camino.
Una buena opción para reponer fuerzas:
http://www.loches-valdeloire.com/sir_loches/Restauration/Cote-Tour
http://creperie-cote-tour.fr/docs/carte_2017.pdf
La estatua del ilustre poeta, dramaturgo y novelista Alfred Victor de Vigny nacido en Loches en 1797, vigila la plaza.
Estamos en la parte baja del pueblo, antes de sumergirnos en su pétrea historia vamos al Jardín Botánico (Jardin Public, 5 Chemin de la Prairie de la Foire) desde donde vislumbraremos el principal motivo de la fama de Loches, clasificada como, Villa de Arte e Historia.
Cruzamos el Indre.
El bonito parque público de Loches es una visita obligada no solo por lo agradable que es con su césped bien cortado y los coloridos macizos de flores, el estanque y el kiosco que contribuye a esta apariencia romántica de los parques de antaño, además el rio Indre hace de frontera natural entre el pueblo y este pequeño paraíso verde con extraordinarias vistas, porque esta visita es imprescindible sobre todo por la magnífica panorámica que podemos contemplar con la imponente silueta del Logis Royal, también podemos ver la majestuosa Colegiata de Saint-Ours sobre las pintorescas casas del pueblo. Aquí merece la pena detenernos y disfrutar con calma.
Si hay tiempo para más caminatas se pude ir hacia las Prairies du Roy cruzando el parque y paseando hasta Beaulieu-lès-Loches , antigua ciudad monástica en cuya abadía esta la tumba de Foulques Nerra.
Nosotros decidimos dirigirnos ya hacia el interior del pueblo para acceder a “La Ciudad Real”.
Para acceder al corazón de la Ciudad Real de Loches , entramos en el casco antiguo por la Porte des Cordeliers dejando atrás el parque público,
La Puerta de los franciscanos o de Cordelier es la más reciente (1498) de las cuatro puertas de la muralla que en algún momento rodearon la ciudad baja. Recibe su nombre por su proximidad al Convento de los Cordelier.
Un agradable recorrido por las animadas calles nos permite descubrir un interesante patrimonio arquitectónico, sobre todo los edificios renacentistas que no nos podemos perder son el Hotel de Ville (Ayuntamiento), la Casa del Centauro y la Cancillería.
Recorremos las pintorescas calles como la rue Saint-Antoine, sin perder de vista la sombra del antiguo campanario de la torre Saint-Antoine. Cerca está el mercado de verduras que cobra vida todos los miércoles y sábados con sus coloridos puestos. Llegamos al Ayuntamiento (Hotel de Ville), construido en el siglo XVI integrado perfectamente entre la Porte Picois (la otra puerta que ha sobrevivido hasta nuestros días) y las murallas. El rey Francisco I en 1519 firmó la patente de cartas en Blois, donde residía, concediendo la construcción de este edificio y decidiendo la ubicación cerca del “portal Picois” para aprovechar las paredes sin ningún tipo de ruina ni demolición de dicho portal. Será necesario esperar hasta el 6 de abril de 1535 para que comience el trabajo, las dificultades financieras y otras causadas retrasan las obras, aunque el rey establece un impuesto especial para su construcción que se completó en 1543.
Subimos por Rue du Château, llegamos a La Cancillería, edificio Renacentista abierto al público, alberga una exposición sobre la historia de la ciudad de Loches y exposiciones temporales, vemos también la Casa del Centauro, vivienda aledaña en cuya fachada hay un relieve que representa a Hércules y un Centauro de ahí su nombre.
Llegamos al corazón de la “Ciudad Real” atravesando la Puerta Real, que data de los siglos XII y XIII, reformada en el siglo XV con un edificio central y una terraza para situar los cañones de la época, es el único acceso a la antigua Ciudad Real.
Traspasamos la puerta y nos acercamos a la Casa Museo Lansyer
Podemos decir que colgando en las murallas de la ciudad real de Loches está este pequeño museo instalado en la casa familiar del pintor paisajista Emmanuel Lansyer (1835-1893), recoge un centenar de pinturas, dibujos y bocetos de este artista (Precio adulto 5,00 €), no entramos…. Continuamos por Mail du Donjon hasta llegar al castillo,
estamos ante la sobrecogedora historia en piedra, una piedra que se levantó hasta los 36 metros de altura de la primitiva Torre del Homenaje de la que sólo quedan las robustas paredes exteriores.
Contemplamos este conjunto defensivo en cuyo centro se alza el enorme torreón rectangular del S.XI (25 x 14 m.) sostenido por poderosos contrafuertes semicilíndricos, fue reforzado en el S.XIII por el exterior con tres altas y gruesas torres. En el S.XV se añadió la «Tour Ronde» o «Torre de Luis XI», gruesa torre cilíndrica que sirvió de prisión.
En la llamada torre Luis XI se encuentra el que se cree fuera el calabozo del cardenal Balue, que pasó tres años recluido en una jaula de hierro por traicionar a Luis XI. Otros personajes importantes de la época también estuvieron en estas mazmorras como los obispos Antoine de Chabannes y Jacques Hurault. Puede que el más famoso de ellos fuera el duque de Milán, Ludovic Sforza el mecenas y protector de Leonardo da Vinci , capturado por Luis XII , fue encarcelado durante 4 años en la mazmorra desde 1504 hasta su muerte en 1508.
Seguimos nuestro recorrido por “La Ciudad Real” hasta La Colegiata
Vamos por la rue de Thomas Pactius
Llegamos al pequeño Jardin Saint-Louis al lado de la Colegiata, que hace de fantástica terraza con vistas sobre los tejados del pueblo.
Colegiata de Saint-Ours: Ubicada dentro de las murallas de la Ciudad Real, lugar de culto desde el siglo V, pero no fue hasta el VI cuando Saint-Ours fundó un monasterio y la ciudad comenzó a crecer lentamente a su alrededor. Está clasificado como monumentos históricos desde 1840.
Entrada que da paso a la puerta policromada en la que se esculpieron personajes y animales propios de la Edad Media.
Dentro del templo llama la atención los huecos de las dos torres centrales, que se agregaron en el siglo XII para reemplazar el techo de la nave que había sido destruido por el fuego, estas dos pirámides de ocho caras se conocen como “dubes” y parece que datan de 1165.
En la Colegiata se encuentra, desde abril de 2005, la tumba de mármol de Agnés Sorel :
Continuamos hacia el Logis Royal
Llegamos al Palacio Real: LOGIS ROYAL
Formado por cuerpos de distintas épocas:
- El Vieux Logis, del S.XIV, almenado con pequeñas torres.
- El Nouveau Logis, del S.XVI, renacentista, coronado por buhardas.
Parte del LOGIS ROYAL construido en el S.XIV y «Tour Agnes Sorel».
Hay poca información pero probablemente la majestuosa construcción ubicada al otro extremo de la fortaleza feudal tuvo su origen en la alta atalaya, hoy «Tour Agnes Sorel», construida en el siglo XIV, el primer edificio principal, construido alrededor de 1370/1380, con un papel defensivo, en el conflictivo contexto de la Guerra de los Cien Años, por el duque Luis I de Anjou de la dinastía Valois (1339-1384,) hermano del rey Carlos V de Francia. Posteriormente, probablemente durante el reinado de Carlos VI se inicio la primera etapa de la edificación del Palacio Real como alojamiento.
Carlos VII, primer rey de Francia en residir en el Valle del Loira completó el primer cuerpo del edificio acondicionándolo como vivienda real y convirtiéndolo en su residencia favorita. Ya en 1418 Loches era la residencia favorita del Delfín de Francia (futuro Carlos VII ), antes de la reconquista del territorio de Francia sobre los ingleses. Aquí acude Juana de Arco (1412-1431), tras la batalla de Orleans, para convencerle de que se hiciera coronar como legítimo rey de Francia (actualmente una placa en la sala del Palacio en la que tuvo lugar el encuentro lo recuerda) conseguido su objetivo la coronación tiene lugar el 17 de Julio de 1429 en la Catedral de Reims. Por tanto, la venerada heroína de Francia, la admirada Doncella de Orleans (de la que ya hablamos cuando estuvimos en esta ciudad) pasó por Loches dejando su huella para la historia en el Palacio Real. Los tapices en la Salle Jeanne d’Arc nos muestra la historia.
Durante su reinado Carlos VII, se quedó en Loches a menudo aunque su corte permanece itinerante, y también reside regularmente en Chinon , Bourges o Mehun-sur-Yèvre,.
Varios años después, el rey instalaría en este elegante Palacio a Agnès Sorel, otra figura femenina, muy distinta, que formó parte de la vida de Carlos VII. Agnes Sorel es reconocida como la primera amante real de un rey con una elevada posición en la corte y gran poder. El LOGIS ROYAL acabo siendo un regalo del rey para su amante, pasando a ser la residencia privada de Agnes.
Carlos VII (1403 – 1461) casado con María de Anjou (1422-1461) con quien tiene doce hijos, tiene cuarenta años cuando conoce a la joven Agnes (1422-1450) de veintiuno. Es asignada al servicio de la reina como dama de honor y se convierte en la amante del rey con quien tiene tres hijas. Aunque su casa era Loches, es requerida su presencia en Chinon cuando Carlos VII esta allí y donde al parecer, su compañía saca al rey de una profunda depresión. La gran influencia sobre el monarca le valió varios enemigos poderosos en la corte entre ellos está Luis XI, el hijo y heredero del rey. Cuando Agnes está embarazada de su cuarto hijo, tiene que salir de Chinon en pleno invierno para reunirse con Carlos en la campaña de 1450 en Jumièges y servirle como apoyo moral, allí, enferma de repente y fallece a los veintiocho años de edad. Los científicos comprobaron que murió por envenenamiento por mercurio y se ha especulado con que Luis XI, fue el envenenador de Agnès para deshacerse de la que consideraba una mala influencia sobre su padre. La tumba de Agnes se encuentra en la Colegiata como ya vimos. Carlos lloró la pérdida de su amante, pero pronto se consoló con Antoinette de Maignela y prima hermana de Agnès y niñera de sus tres hijas, casada con el barón de Villequier, Seños de Guerchela.
Luis XI (1423-1483), hijo de Carlos y su heredero al trono, había vivido en el Palacio Real de Loches cuando era niño pero una vez coronado Rey prefirió el Castillo de Amboise (donde ya repasamos su historia) como residencia olvidándose de Loches salvo para enviar a prisión a sus enemigos.
Los siguientes Reyes de Francia Carlos VIII y Luis XII fueron los responsables de la segunda fase de construcción y ampliación del LOGIS ROYAL con un segundo edificio adosado gótico flamígero.
El palacio abandonado por Luis XI , se amplía por decisión de Carlos VIII , entre 1490 y 1500. Después de su muerte repentina, Luis XII se hace cargo del Palacio.
La esposa de ambos Ana de Bretaña frecuenta regularmente Loches.
Actualmente la recuerda la pequeña capilla a la que solía retirarse, una obra maestra del gótico flamígero, decorada con sus emblemas : la Flor de Lys y la cola de armiño a si como la cordelière ( cuerda de varios nudos que usaban los franciscanos, de ahí su apodo de Cordeliers o cinturón) que representa «la Orden de los Cordeliers «, que es una orden de caballería fundada en 1498 por Ana de Bretaña, Orden de los Frailes Menores dedicada a San Francisco de Asís.
Ana de Bretaña (Nantes 1477 – Blois 1514) tiene 14 años cuando se casa con Carlos VIII, después de la muerte de este último, se volvió a casar con Luis XII a los 22 años de edad. La reina viene a Loches al menos ocho veces con Carlos VIII , entre 1492 y 1498. La muerte del rey, el 5 de abril de 1498 en Amboise, no cambia el destino del lugar, ya que la reina viene aquí y pasa la mayor parte del año 1500, acompañada por Luis XII . A partir de entonces, y durante los próximos diez años, parece que la reina viene sola y pasa largas temporadas. Después de 1511, la delicada salud de la reina ya no le permite viajar y permanece en Blois, donde muere, en enero de 1514 a los 37 años después de ver morir a siete de sus nueve hijos, las únicas que sobreviven son las dos hijas que tiene con Luis XII: Claudia y Renata.
Claudia será la futura reina Claudia de Francia (1499- 1524), al casarse con Francisco I de Francia (1494-1547) el 18 de mayo 1514.
Francisco I es el último rey en frecuentar Loches. Reside allí seis veces, desde 1517 hasta 1544. Sin embargo, el rey más “constructor” de todos, no parece que haga gran cosa para modernizar el castillo. El encuentro con su eterno enemigo Carlos I de España y V de Alemania (1500-1558), Emperador del Sacro Imperio Romano, en diciembre de 1539 cuando éste se dirigía a Flandes, es el último gran evento real que tiene lugar en Loches.
Durante la Revolución francesa, el LOGIS ROYAL fue saqueado, en 1806 comenzó a restaurarse. En 1955 se abre al público.
Hemos hecho un buen recorrido, continuamos ruta dirección Chinon (62 Km, 56 min)